Las reformas laborales que tuvieron lugar durante los mandatos del Presidente José Luís Rodríguez Zapatero y del actual M. Rajoy no han resuelto en la manera prevista por sus precursores los graves problemas que afectan al trabajo en España.
La tasa de paro soportada y que se sitúa para el tercer trimestre de 2.017 en un 16,38% de la población activa, viene a confirmar el diluido efecto de estas medidas que por sí solas se muestran incapaces de doblegar la realidad laboral. Sin embargo dependiendo del sentir ideológico de quien analice los datos, se pueden llegar a conclusiones diferenciadas.
Lo que no queda sujeto a interpretación son los hechos objetivos que se han venido sucediendo desde el año 2.012 a partir del cual se ha experimentado una disminución de la población en España cercana a los 300.000 habitantes, y a su vez una disminución de la población activa hasta el primer trimestre de 2.017, (suma de parados y ocupados) de alrededor de 800.000 personas. Estas circunstancias han dado lugar a un fenómeno engañoso que consiste en la constatación de un descenso de los parados a un ritmo superior al que se crea empleo. Lo anterior se visualiza a la luz de los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística referidos al tercer trimestre de 2.017 donde el nivel de ocupación asciende a 19.049.000 personas ocupadas, lo que supone una variación en la ocupación del 2,82% con respecto al año anterior.
Por otra parte el número de parados asciende a 3.731.700 trabajadores lo que supone una variación anual del 13,63% con respecto a los parados registrados en el año anterior, o lo que es igual, un aumento de la ocupación en ese porcentaje ha provocado un descenso del número de parados, en términos porcentuales con respecto a la tasa del año anterior, verdaderamente impresionante. Mas llamativo es el hecho en sí mismo cuando se comprueba que la tasa de actividad ha caído un 0,36%.
De haberse mantenido la población activa en los índices del año 2.012 la tasa de paro seguiría por encima del 20%, téngase presente que 800.000 trabajadores han sido expulsados de la población activa desde ese año y mas de dos millones desde el año 2.008, y que por tanto han dejado de cotizar y es en este contexto, unido al descenso salarial y de cotización y al aumento de la contratación a tiempo parcial entre otros factores lo que pone en peligro el mantenimiento de las prestaciones derivadas del sistema público de seguridad social.
Francisco Contreras Escribano.
Profesor de Formación y Orientación Laboral. Responsable de acción institucional de Podemos Motril